El Merengue pasó a cuartos de final de
la Champions League, tras derrotar por 3 a 1 al Nápoli en el San Paolo, gracias
a una actuación soberbia de Sergio Ramos que con dos testazos demolió el sueño
de los locales. Dries Mertens había adelantado a los de Zarri, mientras
que Álvaro Morata cerró el contador.
Si buscamos la definición de superhéroe
encontramos que es un personaje de ficción cuyas características superan las
del héroe clásico, generalmente con poderes sobrehumanos aunque no
necesariamente, y entroncado con la ciencia ficción. Si nos quedamos en esto
obviamente no encontraremos a alguien de la realidad que tenga estas
cualidades, sin embargo Sergio Ramos para los hinchas del Real Madrid sin duda
que lo es, gracias a sus cabezazos que día a día los salvan de aprietes.
Lo hizo en Münich en la semi de la Champions en 2014, en Lisboa, en la
final de la Orejona ante el Atlético Madrid, en Marruecos en la final del
Mundial de Clubes frente a San Lorenzo, en el Camp Nou en el último clásico
frente al Barcelona y en la última Supercopa de Europa frente al Sevilla, y hoy
no fue a excepción.
Cuando el Merengue la pasaba bastante mal, debido al tanto
de Mertens a mediados de la primera parte y al gran dominio del local, apareció
él con su capa de héroe, y con un cabezazo a pocos minutos del inicio del
segundo tiempo, igualó en uno para tranquilidad del banco blanco. Con el
encuentro empatado, el Nápoli se vio desbordado y así fue como aprovechó el Rea
Madrid para llevarse la victoria. El segundo fue un calco del primero, centro de
tiro de córner de Kroos y el 4 se elevó para el 2 a 1. Morata a pocos minutos
del final puso el 3 a 1 para así cerrar el boleto a cuartos de final.
En el otro encuentro de octavo de final de esta jornada, el Bayer Münich volvió
a vapulear al Arsenal, que tenía que remotar un 5 a 1 abajo sufrido en
Alemania. Theo Walcott le dio algo de esperanzas al anotar un tanto a mediados
de la primera parte, sin embargo duro poco y nada. Ya que los de Carlo
Ancelotti le volvieron a anotar cinco tantos, con los gritos de Robert
Lewandowski de penal, Arjen Robben, Douglas Costa y Arturo Vidal en dos
ocasiones.
De esta manera cerró la llave con un global de 10 a 2 dejando al
Arsenal de nuevo fuera de la copa más preciada de Europa en octavos de final y
con Arsene Wenger en la cuerda floja como casi nunca lo estuvo.
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