miércoles, 14 de diciembre de 2016

El mundo azul y oro


Un 14 de diciembre pero del 2003, el equipo que dirigía Carlos Bianchi volvía a conquistar el mundo por tercera vez en la historia, luego de derrotar al Milán en la tanda de los penales después de igualar 1 a 1 en los 90 minutos y seguir con el mismo resultado en el alargue. Desde los 12 pasos, apareció el héroe de esa mañana: Roberto Abbondanzieri.
Este miércoles se cumplen 13 años de aquella Copa Intercontinental frente al poderoso Milán que contaba con Dida, Cafú, Pirlo, Kaká, Shevchenko y compañía. Una nueva final se comenzaba a palpitar. El Xeneize que llegaba tras conquistar la Copa Libertadores de América ante el Santos de Brasil, mientras que el conjunto italiano ganó la Champions League a la Juventus desde la tanda de los penales.


El despertador a las 7 de la mañana en argentina sonó en casi todos los lugares de nuestro país; algunos por ir a trabajar; otros, por ir al colegio; y los demás, porque no solamente para ver el partido.

Un encuentro que arrancó muy parejo por ambos lados, sin embargo, fueron los tanos quienes pegaron primero: desatención en la última línea y Tomasson –tras un exquisito pase de Pirlo- quedó mano a mano con el Pato para definir entre las piernas del 1. Aunque, la alegría duro pocos minutos porque Clemente Rodríguez escaló por la izquierda, tocó para Guillermo Barros Schelotto, quien mandó el centro al punto penal y Iarley la punteó pero el arquero brasileño dio rebote y apareció Pucherito Donnet con una forzada media vuelta para definir con el arco a su merced y provocar el delirio de todo el pueblo bostero.

Después de la igualdad, el complemento fue a resguardarse, aguantar el resultado y si las piernas no respondían que lo hagan con el corazón. Pocas situaciones hubo por ambos lados y todo terminó igual hasta en el suplementario. Todo a los penales.

Allí un tal Roberto Abbondanzieri se puso la capa de superhéroe: le tapó el primer penal a Pirlo, le adivinó el palo a Rui Costa, aunque, no llegó a sacarla. Luego, el holandés Seedorf lo tiró por arriba del travesaño y Costacurta le pegó a la tierra para que al Pato se le facilite la atajada. Por el lado de Boca, Schiavi, Donnet y Cascini – definió el título- convirtieron, mientras que Sebastián Battaglia, que jugaba su último partido erró su oportunidad. El León se lamentó pero terminó festejando.





“De la mano de Carlos Bianchi todos la vuelta vamos a dar”, esa canción que quedara inmortalizada para siempre en el corazón de los hinchas de Boca porque el mito del Virrey seguía creciendo, continuaba haciendo historia en Japón ya que había conseguido este título con Vélez en 1994 justamente contra el mismo rival y posteriormente en el 2000 con el Xeneize contra los Galácticos llenos de figuras: Roberto Carlos, Iker Casillas, Guti, Raúl, Fernando Hierro, Claude Makelele… Y este año lo volvió hacer para que Boca ganara su tercera Intercontinental en la historia.


La vuelta a casa 


Bianchi volvió a conquistar el mundo



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