Un día como
hoy, pero de 1973, Huracán de Parque Patricios ganaba su único título
profesional con un equipo que es recordado, por muchos amantes del fútbol,
como el mejor campeón de la historia.
El conjunto
quemero estaba dirigido por ni más ni menos que César Luis Menotti y liderado
en el campo por grandes figuras como René Houseman y Carlos Babington.
Completaron el equipo estrella: Héctor Jorge Roganti; Nelson
Pedro Chabay; Jorge Carrascosa; Omar Ruben Larrosa; Francisco Faustino Russo;
Alfio Basile; Daniel Alberto Buglione; Carlos Alberto Leone; Roque Alberto
Avallay; Miguel Angel Brindisi; Eduado Enrique Quiroga; Francisco del Valle;
José Rubén Scalise; Edgardo Luis Cantú; Julio Cesar Tello; Ruben Alberto Ríos;
Angel Carlos Tolisano; Adolfo Kerikian; Alberto Luis Fanesi; Alfonso Dante
Roma; Luis Alberto Ceballos.
En aquel metropolitano de 1973, el
equipo quemero obtuvo 46 puntos en 32 fechas: ganó 19, empató 8 y perdió 5, con
32 goles a favor y 30 en contra, siendo la valla menos vencida.
Huracán, quien había sido uno de los
grandes del amateurismo, había logrado su último trofeo, justamente en esa era,
en 1928 con un equipo que también brillaba en la cancha. En el profesionalismo
en cambio, a pesar de haber tenidos buenos equipos y jugadores de selección, al
Globito no le fue tan bien y tuvieron que pasar 45 años para que en 1973, Parque
Patricios esté de fiesta.
Seguirán pasando los años y se seguirá
hablando de este equipo porque además de ser campeón, para mucha gente dejó un
legado de buen juego que todavía se
recuerda. El juego bonito de este equipazo era producido por jugadores de la
categoría de Babington, Avallay, Brindisi, Larrosa y las gambetas interminables
de Houseman. Todo eso en cuanto a la parte ofensiva del campeón, pero los
defensores también jugaron un papel importante en esta hazaña. En la primera de aquel Torneo Metropolitano
fue donde el Globo sacó una gran diferencia por sobre el resto de los equipos
con una goleadora eficaz: 46 goles en 16 partidos. En la Segunda Rueda, debido
a que la Selección argentino convocó a casi todos sus delanteros, el equipo
bajó su rendimiento y fue allí donde la defensa respondió cuando tenía que
responder. Los máximos referentes defensivos fueron sin dudas: Basile y Chabay.
El 16 de setiembre de 1973 quedará en la
historia del fútbol argentino, no sólo de Huracán. Aquella tarde, a pesar de
haber perdido, se hizo justicia tras la consagración de un equipo que gustaba y
apabullaba a sus rivales.
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