Un
día como hoy, pero de 1956, nos dejaba el grande y único Herminio Masantonio. Fue
una de las glorias del Club Atlético Huracán y uno de los máximos goleadores en
la historia del fútbol argentino. Oriundo de Ensenada, y siendo el cuarto hijo
varón de su familia, arrancó su juego en Platense de La Plata. ¿Quién podría
imaginar que terminaría como una de las tantas joyitas del mítico club de
Parque Patricios?
En Huracán
jugó doce años, desde 1931 para volver en 1945, con una estadía en
el Defensor Sporting de Montevideo
en 1943
y en el Club Atlético Banfield en 1944. Según IFFHS
tiene un récord de 256 goles en Primera División (superado únicamente por
Arsenio Erico con 293 y Ángel Labruna con 292), por lo que ocupa el 3º lugar en la historia del fútbol argentino.
Recordado
por su gallardía y su efectividad cerca de la red, convirtió con la camiseta
del Globo 254 tantos en 349 partidos, que lo llevaron a ganarse el apodo de “El
Mortero del Globito”.
Además,
su recuerdo va más allá de la edad de los seguidores quemeros. Una calle cercana al estadio Tomás Adolfo
Ducó lleva su nombre. Grito de
Ascencio perdió su nombre por un corto tramo de 160 metros. Entre la Avenida Zavaleta y la calle Iguazú. En Villa Albino, Ensenada también hay una calle con su nombre. A su
vez, hay un monumento en Parque Patricios, frente a la sede del club, que se
inauguró en su homenaje en marzo de 1996.
Como
si esto fuera poco, el tango “El Mortero
del Globito” revive, en sus magistrales estrofas, todos los recuerdos que
podemos tener de Herminio.
Masantonio
nos dejo el 11 de septiembre de 1956 tras padecer una enfermedad terminal y sus
restos fueron velados en la sede del club. Forma
parte de la historia del club y es uno de los ídolos más queridos por todos los
quemeros veteranos. El Mortero del Globito nos habrá dejado a corta edad, pero
sus anécdotas y memorias serán eternas.
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