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Un día después de haber caído ante Pablo Carreño
Busta, Diego Schwartzman piso suelo argentino y afirmó que fueron semanas muy
grandes para él por su participación en el último Grand Slam del año, aunque,
también lo mencionó por lo que hizo en el Máster 1000 de Montreal, Canadá.
El Peque llegó a Ezeiza este miércoles, luego de su
participación en el US Open, donde alcanzó los cuartos de final dejando en el
camino a rivales como Carlos Berlocq, el serbio Tipsarevic, Marín Cilic y Lucas
Pouille. “Fueron grandes semanas para mí, estoy mejorando mucho. Los cambios
que vengo dando hace bastante están dando su resultado. Lo más difícil es
mantener el nivel”, dijo desde el Aeropuerto de Ezeiza.
“Cuando vi el cuadro me tuve mucha confianza al menos
para llegar hasta Cilic. Jugué bien, gané ese partido y contra (Lucas) Pouille
en octavos sentí molestias físicas, pero ya estoy bien. Había muchos argentinos
en Nueva York y eso estuvo bueno porque me alentaban bastante pese a que me
ponía un poco nervioso, pero hay que acostumbrarse”, agregó el 33 del ranking
ATP.
El tenista de 25 años viene demostrando un gran nivel
y eso sorprendió a más de uno. Por este motivo, Daniel Orsanic, capitán
argentino de la Copa Davis, lo convocó como el primer singlista para
enfrentarse a Kazajistán en el repechaje, que se jugará del 15 al 17 de
septiembre.
"La serie de Copa Davis va a ser muy difícil, porque
jugamos muy lejos de visitante contra jugadores que vienen bien. Vamos a dejar
todo para seguir en el grupo mundial”, analizó Schwartzman.
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