El
entrenador de la Selección Argentina campeona en nuestro país del mundial de 1950, Jorge Canavesi, falleció a los 96 años. Fue tal su preponderancia dentro de este
deporte que su nombre está en el salón de la fama de la FIBA.
Canavesi
fue un amante ferviente del deporte, tal es así que desde chico se entrenó en vóley
y tenis de mesa en un gimnasio de Parque Chacabuco y luego en Gimnasia y
Esgrima de Villa del Parque. Asimismo, mientras cursaba el profesorado de
Educación Física practicó softbol y béisbol.
Sin
embargo, su salto lo dio con el básquet en 1948 cuando fue designado como el
encargado de liderar a la Argentina. En los Juegos Olímpicos de ese año la albiceleste
bajo su mandato culminó en el puesto 15º, pero Canavesi se llevó una gran imagen de su
equipo, tras perder ante Estados Unidos, campeón, por pocos puntos.
Fue
así que para el Mundial de 1950 disputado en nuestro país el técnico decidió recorrer
toda la Argentina para ver jugadores y luego en River los hizo concentrar
durante un largo período. Este gran trabajo les permitió lograr el campeonato venciendo en la
final a los norteamericanos por 14 puntos. El único título sudamericano en lo
que respecta a los Mundiales.
A
posterior de esa consagración fue subcampeón Panamericano en 1951, obtuvo el
cuarto lugar en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952; campeón universitario en
Alemania en 1954 y campeón juvenil Sudamericano en 1955, en la ciudad
colombiana de Cúcuta.
No
todo fue color de rosas para él, ya que tras la llegada de la Revolución
Libertadores se mudó a Bariloche por la bronca que le generó que etiquetarán a
los campeones del mundo como profesionales, cuando el básquet no estaba
autorizado, ya que en su cláusula suscribía que debía ser amateur. “Declararon
profesionales a todos los jugadores porque habían recibido una orden para
importar un auto, entonces me enojé y me fui a radicar a Bariloche, estuve allá
12 años por la bronca que tenía. Fui Inspector de Escuelas patagónicas,
supervisé 120. Y ahí formamos el primer camping turístico”, comentó en una nota
a Clarín en julio de este año.
Ya
de vuelta en Buenos Aires fue director del Instituto Nacional de Deportes del
Centro Nacional de Alto Rendimiento, trabajó en el Club San Fernando y fue nombrado
Director Nacional de Educación Física.
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