"Sin grandes nombres, pero con mucho corazón"

Es una mañana negra para el fútbol mundial y particularmente para todo Brasil, debido a que son al menos 75 muertos y 6 los heridos en la tragedia del avión que transportaba al club Chapecoense en Colombia.

Alan Ruschel, Jackson Follman y Helio Hermito Zampier fueron los tres futbolistas que sobrevivieron del plantel. También Ximena Suárez, una auxiliar de vuelo, y Erwin Tumiri, técnico de la aeronave, fueron los últimos dos heridos que llegaron a la Clínica Somer de Rionegro y Rafael Hensel, un periodista, al Hospital de La Ceja. En principio, eran siete personas quienes habían escapado al brutal accidente, contando al arquero Marcos Danilo Padilha, quien lamentablemente falleció cuando estaba siendo operado en un hospital local.

El avión chárter, perteneciente a la empresa boliviana Lamia, fue contratado por el club para transportar a su plantel, a hinchas y periodistas a Medellín, donde mañana debía jugarse el partido de ida por la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional de Colombia. Sufrió una falla eléctrica y fue encontrado, partido en tres pedazos, en un cerro situado a poca distancia de La Unión, a 200 kilómetros de Bogotá y a 38 de Medellín.

Lejos de la historia o la gloria de otras regiones con más tradición futbolística en Brasil, Chapecoense, el "Huracán del Oeste" nació hace tan sólo 43 años, fundado tras la fusión de Atlético de Chapecó e Independiente Fútbol Club.

Viajaban para disputar su primera final internacional. Un equipo muy modesto por el que llora todo el mundo. “Sin grandes nombres, pero con mucho corazón” es el lema del club que sonará en todos los corazones de la gente de Chapecó representada por ella.