Se
terminó una nueva temporada para Personal Bolívar. Luego de la desazón de no
haber podido lograr la defensa del título en las finales, es tiempo, con las
pulsaciones más bajas, de hacer un primer balance de lo que dejó la Liga
Argentina de Voleibol Banco Nación 2017/18. Leonardo Patti, el capitán de
Personal Bolívar por segundo año consecutivo, es el primero que analiza lo que
dejó la temporada, las finales, las lesiones y lo que viene.
El
punta receptor celeste es claro y sin vueltas al dar su parecer sobre las
finales: “Con respecto a la serie final,
me parece que llegamos muy cansados no desde lo físico, sino desde lo mental.
Creo que el equipo tuvo que batallar muchísimo este año, dejó todo lo que
le quedaba en los dos partidos en casa, se nos escapó el primero y ahí estuvo
una clave de que no hayamos llegado al quinto juego. Ya cuando fuimos a San
Juan, nos encontramos con un equipo que nos superó, en parte por mérito de
ellos y en parte por nuestra responsabilidad de no poder mantener el ritmo de los
dos primeros juegos. Creo que UPCN fue un claro campeón. Ellos supieron
que el primer juego allá fue muy desequilibrante, salieron a matar la serie,
sabiendo que no podían perder ningún partido de local, y les salió bien.
Jugaron a un grandísimo nivel y nosotros, ya muy cansados de tanta batalla,
bajamos los brazos. Esa es la única deuda que tenemos”.
Patti
también sabe que el tema de las lesiones no se puede pasar por alto al momento
de pensar sobre el año de Personal Bolívar: “De la temporada, quedan varias cosas positivas. Que Bolívar haya jugado
el mejor Mundial en la historia de los Mundiales de Clubes no es poco. También
volvimos a jugar un Sudamericano de Clubes. El sabor amargo que nos queda es
que en todas las competencias nos pasó algo. Armamos el equipo pensando en el
Mundial, en cómo se iba a jugar, y ahí sufrimos la lesión de la Mummy (Demián
González). Tuvimos que cambiar el equipo, vino la desvinculación de Milos
Nikic para poder incorporarlo a Frank Depestele. Llegó él, logramos mantener una
gran segunda vuelta, fuimos al Sudamericano, lo teníamos a Lomas para ganar y
quedar primeros de grupo, y ahí se rompe Frank. Y esto sin hablar de la lesión
del Tero (Agustín Ramonda) en la primera semana de entrenamiento, la de
Germán Galdón, las otras lesiones que hubo en el medio. Te quedás con esa
sensación amarga de que cada vez que el equipo más o menos levantaba, le pasaba
algo”.
Continúa
Patti: “Nos ha seguido ‘la Parca’
bastante de cerca esta temporada. Es difícil entonces a la hora de hacer el balance,
o mejor dicho es imposible, no poner esas cosas malas en la balanza, encima
habiendo perdido el campeonato. A la hora de analizar, intento ver
las cosas positivas sobre lo negativo, y pienso que Bolívar podía haberse
agarrado de todo esto. Si hubiera quedado afuera en semi o en cuartos tenía la
excusa perfecta, pero este equipo tuvo tanto orgullo que se logró anteponer a
estas situaciones y poner a Bolívar en las finales. No nos tocó ganar, pero las
finales las juegan dos, los demás las miran por televisión, y Bolívar hace
cinco años seguidos que está en la última semana de juego”.
Una
de las sensaciones que quedó flotando sobre los hinchas celestes es qué
hubiera ocurrido en la serie final sin las lesiones. Al respecto, Patti opina: “Los hubiera en el deporte no existen.
Porque UPCN puede decir que así como nosotros hubiéramos tenido
a Depestele, ellos podrían haber contado con Uchikov o con Filardi. Cada
uno tiene las suyas. Nosotros tuvimos un montón y gravísimas, pero nos tocó
esta. Así que más allá de sentirse mal, de pensar en que si hubiera estado
alguno más podríamos haber salido o no campeones, hay que valorar que este
grupo humano, jugadores, cuerpo técnico, cuerpo médico, realmente puso todo lo
que tiene y un poco más. Lo demostró la gente yendo a San Juan, sabiendo que el
equipo tenía muchas chances de no ganar, y así y todo lo hizo. Y el aplauso al
final, el aliento de la gente que fue, le da a uno ese pequeño consuelo de
saber que se quedó vacío y la gente lo vio”.
Uno
de los puntos destacados de la temporada fue una nueva participación de Bolívar
en un Mundial de Clubes. Con la importancia de la cita del 2017, en Polonia y
con los mejores equipos del planeta. Para Patti, fue la segunda experiencia en
estos torneos de elite del deporte: “Desde
la parte cholula fue una cosa espectacular. Ya el año anterior, cuando me
tocó jugar mi primer Mundial de Clubes, había sido fantástico. Y me tocó
un segundo, con esa sensación de estar en la mejor fiesta, aunque también
sabiendo que no teníamos chances de meternos entre los cuatro primeros. Si
el equipo hubiera estado como tenía que estar, quizás, pero no. En el Mundial
de Brasil sabíamos que teníamos que ganarle a UPCN para quedarnos con el grupo
e ir a una semifinal complicada, y después ir a pelear el bronce con los
italianos, que los tuvimos ahí. En este Mundial de Polonia, ya desde el
viaje, la sensación era ir a dejar todo, sabiendo que quizás no iba a alcanzar
ante esas megapotencias. Desde lo personal, fue una cosa impresionante ver los
estadios, cómo los llena la gente, la repercusión. Son cosas que no voy a
olvidar nunca”.
El
‘Guerrero’ también opinó sobre el futuro, sobre el Bolívar que se viene y se
está empezando a armar: “Primero, hay
que esperar a ver el balance que hará la dirigencia y el cuerpo técnico de lo
que fue la temporada. Pero quiero decirle a la gente que Bolívar, en toda su
historia, siempre fue un equipo que se armó para estar jugando hasta el último
día. Después, dependés de un montón de cosas. Está claro que Bolívar va a armar
un equipo para quedar arriba de los cuatro mejores”.
A
título personal, esta temporada fue muy importante para Leo, ya que tuvo muchos
minutos en cancha en partidos claves y respondió a la altura. Él mismo hace
referencia a su año deportivo en Bolívar: “Este
año, a diferencia de otros, he tenido un mal año personal, por temas míos, y he
tenido un buen rendimiento deportivo. Y me tocó a casi los cuarenta años; hacía
muchos años que no me tocaba jugar tanto. Nunca pensé que iba a hacerlo. Los
números me han ayudado. Sé que el próximo año mi función va a volver a ser
la de ser tercer o cuarto punta, de no tener tantos minutos en cancha, pero,
como le digo a Javier, estoy acá para lo que se necesite. Sea para
alentar, para entrar a recibir una pelota o para jugar casi todo el Play Off,
como me tocó jugar. Uno tiene que entrenarse y estar dispuesto a eso, porque
nunca sabe cuándo le va a tocar una oportunidad”.
Sobre
si seguirá siendo el capitán celeste, añadió: “Debo ser cauto. Hay que ver cuál va a ser el equipo, si nuevamente seré
el capitán. Estoy orgulloso de serlo y, si me vuelve a elegir Javier y el
cuerpo técnico, estaré feliz de hacerlo. Ya cada vez me van quedando menos
cartuchos para gastar; el año que viene puede ser el último año o uno de los
últimos, y ojalá pueda levantar una copa más con mis compañeros y para toda la
gente de Bolívar”.
Por
último, Patti dejó unas palabras sobre la hinchada, el público de Personal
Bolívar y el acompañamiento al equipo: “A
la gente, como todos los años, pero esta temporada en particular, hay que
agradecerle. Que hayan viajado a San Juan toda la noche del viernes para estar
el sábado allá, sabiendo que el equipo llegaba muy disminuido física y
mentalmente, fue más un apoyo que la ilusión de traer la serie a casa. Quiero
agradecerles mucho. La contención fue terrible. La gente realmente lloró y se
emocionó, y a diferencia de otros años en los que no se pudo lograr el
campeonato, el llanto era de impotencia y de agradecimiento, porque este equipo
había dejado todo en la cancha, y la gente se sintió identificada con eso”.
FUENTE: PRENSA
PERSONAL BOLÍVAR
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