Roger
Federer (3°) derrotó al joven estadounidense Frances Tiafoe (70°), luego de un
extenso partido de cinco sets por 4-6, 6-2, 6-1, 1-6 y 6-4 en 2 hora y 35
minutos de juego y se metió de lleno en la segunda ronda del Abierto de los
Estados Unidos.
Fue
la primera vez que jugó bajo el techo retractable del Arthur Ashe después de su
ausencia en la temporada 2016. Sencillamente, su retorno no fue nada fácil.
El
primer set arrancó en desventaja 2-0 y perdiendo su servicio. El local tuvo un
comienzo muy enérgico y fue mucho más preciso que el suizo. No obstante en el
segundo, Su Majestad logró ponerse arriba 4-1 rápidamente y suprimir los golpes
del joven de 19 años. El tercer parcial fue la misma historia que el anterior,
pero el helvético reafirmó más su autoridad al ceder únicamente un game en
lugar de dos.
En
el arranque del cuarto, Tiafoe recuperó el aliento y con una buena arremetida
pasó por encima de Federer, con dos quiebres a su favor. Finalmente en el
definitivo, jugaron bastante parejos. Aunque el 3° del ránking estuvo arriba
4-1, el norteamericano pudo igualar el marcador al afinar su puntería y ponerle
más fuerza a sus devoluciones. Sin embargo, no había nada que hacer por Roger
ya había decidido todo y con un break más festejó la victoria.
“Estoy muy feliz, fue un partido excitante.
Frances jugó muy bien, luchó muchísimo y fue un típico partido nocturno en
Nueva York, con una atmósfera increíble”, comentó Roger al consagrar
la victoria, luego de más de 2 horas.
Más
allá de lo intenso del encuentro y de la alta cantidad de errores no forzados
acumulados por Federer y Tiafoe (56 y 49 respectivamente), las estadísticas
terminaron por favorecer al veterano suizo. 17 aces y 4 dobles faltas contra 5
y 6 del estadounidense. “Tuve un
comienzo muy lento y Frances lo aprovechó muy bien. Es un gran jugador, con un
futuro enorme por delante”, elogió el helvético a su joven rival.
En
la próxima ronda, Federer se medirá ante el ganador del duelo entre
el ruso Mikhail Youzhny (101°) y el esloveno Blaz
Kavcic (88°), quienes habían postergado su partido por la intensa lluvia en Nueva
York.
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