El Granate hizo historia en una noche inolvidable.
Iba perdiendo 0-2 (0-3 en el global), lo empató a puro huevo y lo dio vuelta
4-2, con mucho esfuerzo.
En los primeros minutos, el árbitro Wilmar Roldán
le dio un justo penal a River tras un topetazo de Braghieri a Fernández, en el
que Nacho Scocco cambiaría por gol. 5 minutos después, a los 23’, Montiel
aprovechó el rebote que cedió Andrada y convirtió de cabeza el 0-2 a favor del
Millonario.
A los 40’, llegaría una gran polémica que cambiará
el rumbo del partido. Scocco recibe un pase largo, la retiene con el pecho,
quiere enganchar para dentro y Marcone la frenó con una insólita mano. Sí, fue
penalazo, pero el juez no lo cobro ni se apoyó en el VAR para comprobarlo.
Luego, a los 46’ del primer parcial, Pepe Sand
descuenta para el Granate, hecho que marcó el comienzo de una gran hazaña
futbolística. Apenas se había jugado 1 minuto del segundo tiempo, y el mismo
Pepe convirtió el 2do para su cuenta personal, dejando el encuentro 2-2.
Llegaron los 17’ del ST, y después de una gran
jugada colectiva eludiendo defensores en el área de River, el Laucha Acosta
anotó el 3-2. Y a los 24’ de la última parte, Montiel camisetea muy
factiblemente a Pasquini dentro del área, a primera vista no cobró nada el
árbitro, hasta que le avisan por el intercomunicador que repase la jugada
utilizando el VAR y ahí si comprobó que era penal. A lo que Silva convirtiera y
marcara el definitivo 4-2.
Posterior al final del partido, por parte del local
hubo gran variedad de festejos, por el lado de River manifestaciones de
reclamos y para terminar, no faltaron las gastadas de los hinchas de Boca.
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