Llegaba
Julio de 2015 y Marcelo Tinelli y compañía buscaban un nuevo desafío para que
uno de los clubes más grandes de la Argentina siga creciendo. Ese objetivo era
recuperar un deporte en el cual la institución de Boedo había sido pionera,
allá por la década del ‘50. Luego de que
la dirigencia del Ciclón comprara la plaza para poder disputar la Liga Nacional,
llegaron las figuras. El primero en caer a Boedo fue ni más ni menos que Julio
Lamas, ex entrenador de la Selección argentina y reconocido hincha de San
Lorenzo. Su llegada causó revuelo y a partir de ahí siguieron las
incorporaciones estelares. Walter Herrmann, campeón olímpico en Atenas 2004,
Marcos Mata, jugador de Selección; Nicolás “Penka” Aguirre y Bernardo Musso,
entre otros.
Cuando
comenzó esta temporada de la Liga Nacional todas las miradas estaban puestas en
San Lorenzo de Almagro, que luego de 30 años volvía a disputar este certamen. Sonaba
poco habitual, quizás, que un equipo después de tanto tiempo de inactividad en
la elite del básquetbol argentino tuviera el mote de “candidato”. Pero eso era
lo que causaba el Ciclón.
En
el comienzo, el “favoritismo” no le pesó. San Lorenzo tuvo un arranque
arrollador con ocho victorias consecutivas. Pero no todo fue color de rosas.
Luego de varios altibajos y la ausencia de algunos jugadores importantes en
diferentes momentos del torneo debido a lesiones tales como de Herrmann, Mata y
Aguirre, hicieron que el Azulgrana perdiera varios partidos. Tan así, que de
arrancar siendo primero indiscutido terminó cuarto en la Conferencia Sur con 30
victorias y 26 derrotas.
Ya
en los Playoffs volvería a aparecer ese San Lorenzo del comienzo del certamen.
Derrotó por 3-0 a Obras, en una llave extra de los playoffs; en cuartos, le
ganó 3-1 a Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia; en semifinales derrotó 3-1
a Bahía Basket. Pero lo mejor se iba a dar en la gran final.
Al mejor de siete partidos, San Lorenzo vapuleó a La Unión de Formosa con un contundente 4-0. Festeja Boedo y también festeja la Liga Nacional, en la cual se hizo justicia porque el actual campeón fue uno de los impulsores de este deporte en la Argentina y a su vez resultó ser quien disputó el primer partido de la historia de este certamen en 1985. Sin embargo, lo mejor está por venir. Se espera que para la siguiente temporada, el Ciclón pueda jugar de local en el barrio de Boedo. También disputará la Liga de las Américas y como si fuera poco, Tinelli tiene planeado un convenio con la N.B.A. ¡Salud campeón!
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