viernes, 20 de mayo de 2016

Una de cal, una de arena




Cuatro años tuvieron que pasar para que Boca Juniors, uno de los equipos más importantes del continente, volviese a disputar las semifinales de la Copa Libertadores de América. Un Xeneize que el año pasado ganó dos títulos, pero que arrancó esta temporada con un nuevo entrenador, Guillemo Baros Schelotto.  Luego de un pasar irregular en el plano local, las esperanzas del equipo de los “Mellizos” estuvieron siempre fijadas en la Copa. Quizás no deslumbró hasta ahora que en la competición continúa invicto y su mística está más presente que nunca.

El duelo de ayer ante Nacional, por los cuartos de final, fue más complicado de lo esperado para ser realista. Después de haber logrado un valioso 1-1 en Uruguay, Boca tenía todo listo para definir en la Argentina. El conjunto charrúa comenzó ganando el encuentro con un gol en contra de Daniel Díaz en el minuto 20. El público bostero se impacientaba. Hasta que en el minuto 72, Cristian Pavón igualó el encuentro para la tranquilidad de todo un pueblo. Terminado el partido,  llegaron los sufridos penales. Pablo Pérez erró el primer tiro para Boca. Tanto fue la desesperación  del Xeneize que también Juan Insaurralde corrió con la misma suerte.
Boca igualó 1-1 con Nacional y clasificó a semis por penales.

Nacional estuvo a un penal de ganar el encuentro. Sin embargo,  los nervios traicionaron al equipo charrúa, que a partir de ese momento no pudo convertir ningún tiro desde los 12 pasos. Federico Carrizo se preparaba para patear el definitivo. Lo clavó en el ángulo inferior. Fue el encargado de hacer delirar a toda la Bombonera, a toda la hinchada, a todos sus compañeros. Definiendo los penales 4-3.

Esta noche se conocerá el rival del conjunto de La Ribera, cuando se enfrenten en México Pumas ante Independiente del Valle.

La otra esperanza argentina se esfumó en el camino. El equipo “sensación”, Rosario Central, quedó eliminado ante el número 1 de la Copa, Atlético Nacional.  El canalla comenzó ganando el encuentro con un gol de Marcos Ruben de penal.  Luego, el conjunto colombiano marcó el empate al final del primer tiempo y un nuevo tanto al comienzo del segundo. Los minutos pasaban y Rosario festejaba gracias al famoso gol de visitante, hasta que en el final del partido Orlando Berrío acabó con las esperanzas de los rosarinos. Nada que reprochar al equipo de Eduardo Coudet, que siempre muere de pie.

Por su parte, será San Pablo quien enfrente a Atlético Nacional. Dos semis que de seguro harán vibrar a todos los espectadores de esta Copa Libertadores.

No hay comentarios :

Publicar un comentario