Andy
Murray (16°) es una de las últimas bajas que tiene confirmadas el primer Grand
Slam del año disputado en Melbourne, Australia.
El
escocés continúa con dolores recurrentes en su cadera que lo apartaron del
circuito el año pasado y no le permitieron continuar en la elite del tenis
mundial. “Lamentablemente, este año no
jugaré en Melbourne, ya que aún no estoy listo para competir”, anticipó
Murray.
Asimismo,
reconoció que el tratamiento que está tomando desde el Abierto de los Estados
Unidos 2017 no le está dando el resultado que él esperaba por lo que podría
llegar a considerar operarse. “Pronto
volaré a casa para evaluar todas las opciones”, añadió el ex número 1.
“Obviamente, una opción es continuar la
rehabilitación y dar a la cadera más tiempo para recuperarse. La cirugía es
también una opción, pero las posibilidades de un resultado exitoso no son tan
altas como me gustaría, por lo que se había convertido en mi opción secundaria,
con la esperanza de evitarla. Sin embargo, debo tenerla en cuenta”, admitió
el británico.
De
esta manera, con su ausencia se suma a la otra importante baja que tendrá el
certamen oceánico: la del japonés Kei Nishikori (22°), el cual todavía no está
recuperado de una lesión en la muñeca que lo apartó por igual del circuito la
temporada anterior. “El Abierto de
Australia es mi torneo favorito y duele que vaya a perdérmelo este año”,
escribió en sus redes sociales. Y agregó que la rehabilitación está yendo bien,
pero aún no se encuentra al 100% como para llegar a jugar un partido a 5 sets
en caso de que se le presente.
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